2 Su primogénito se llamaba Joel y el otro, Abías; juzgaban en Israel
en Berseba.
3 Pero sus hijos no siguieron su camino: fueron atraídos por el lucro,
aceptaron regalos y torcieron el derecho.
4 Se reunieron, pues, todos los ancianos de Israel y se fueron donde
Samuel a Ramá,
5 y le dijeron: «Mira, tú te has hecho viejo y tus hijos no
siguen tu
camino. Pues bien, ponnos un rey para que nos juzgue, como todas las
naciones.»
6 Disgustó a Samuel que dijeran: «Danos un rey para que nos juzgue»
e invocó a Yahveh. .
7 Pero Yahveh dijo a Samuel: «Haz caso a todo lo que el pueblo te
dice. Porque no te han rechazado a ti, me han rechazado a mí, para que no
reine sobre ellos.
8 Todo lo que ellos me han hecho desde el día que los saqué de Egipto
hasta hoy, abandonándome y sirviendo a otros dioses, te han hecho también
a ti.
9 Escucha, sin embargo, su petición. Pero les advertirás claramente y
les enseñarás el fuero del rey que va a reinar sobre ellos.»
10 Samuel repitió todas estas palabras de Yahveh al pueblo que le
pedía un rey,
11 diciendo: «He aquí el fuero del rey que va a reinar sobre vosotros.
Tomará vuestros hijos y los destinará a sus carros y a sus caballos y tendrán
que correr delante de su carro.
12 Los empleará como jefes de mil y jefes de cincuenta; les hará
labrar sus campos, segar su cosecha, fabricar sus armas de guerra y
los
arreos de sus carros.
13 Tomara vuestras hijas para perfumistas, cocineras y panaderas.
14 Tomará vuestros campos, vuestras viñas y vuestros mejores
olivares y se los dará a sus servidores.
15 Tomará el diezmo de vuestros cultivos y vuestras viñas para
dárselo a sus eunucos y a sus servidores.
16 Tomará vuestros criados y criadas, y vuestros mejores bueyes y
asnos y les hará trabajar para él.
17 Sacará el diezmo de vuestros rebaños y vosotros mismos seréis sus
esclavos.